Desafíos del empleo juvenil en el mundo, en América Latina y en Venezuela

Marbelys  Mavárez Laguna

(03 de octubre de 2017) No han sido pocos los logros alcanzados en materia de empleo juvenil en Venezuela.  Las diferencias respecto a lo que está ocurriendo  en el espectro global son, por decir lo menos, dantescas.  Y América Latina no se distancia mucho de este último escenario, tal como lo acotó el Ministro del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo, Néstor Valentín Ovalles en su programa El Mundo del Trabajo número 9, acompañado de Wuikelman Ángel, presidente del INCES y de Richard Delgado, Gerente General de Formación Profesional del INCES.

Ovalles además aportó una serie de cifras de instituciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que reflejan una realidad que socava el futuro de los jóvenes en el mundo. Así, en el espectro global, de acuerdo con investigaciones y cifras de la referida Organización en materia de trabajo, “la pobreza laboral  afecta  de manera  desproporcionada a los jóvenes”.  Agregó que para el año 2016 la tasa mundial de desempleo juvenil proyectada por la OIT fue de 13,1% y estiman que ese nivel se mantendrá durante 2017 (frente al 12, 9% alcanzado en 2015).

En los llamados países emergentes

Actualmente –acotó el titular del Despacho de Trabajo- preocupa  la proporción y el número de jóvenes en los llamados países emergentes y en desarrollo que viven en pobreza extrema o moderada a pesar de tener un trabajo.  De hecho, 156 millones o el  37,7% de los trabajadores jóvenes se encuentran en una situación de pobreza extrema o moderada (frente a 26% de los trabajadores adultos).

Este panorama, de acuerdo con el informe de la OIT aludido por el ministro Ovalles, muestra lo difícil que será lograr el objetivo mundial de poner fin a la pobreza de aquí a 2030 si no se redoblan los esfuerzos para alcanzar un crecimiento económico sostenible y el trabajo decente.

Esta investigación además pone de manifiesto las grandes disparidades entre las mujeres jóvenes y los hombres jóvenes en el mercado laboral. En 2016, por ejemplo, la tasa de participación en la fuerza de trabajo para los hombres jóvenes se situó en un 53,9%, frente al 37,3% para las mujeres jóvenes, lo cual representa una disparidad de 16,6 %. Además, destacó este panorama: hoy, más de 40% de los jóvenes en el mundo están desempleados o trabajando en condiciones de  pobreza.

En 2017 la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo – de poco más de 49% – es casi 27 puntos porcentuales inferior a la tasa de los hombres  y se prevé que permanezca invariable en 2018.

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