Arrancan encuentros preparativos a la Reunión Ministerial del MNOAL
El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) es un importante foro de concertación política conformado por 120 países miembros, que tienen como principal propósito alzar la voz en nombre de los intereses y prioridades de naciones en vías de desarrollo de varios continentes.
Su objetivo es establecer una alianza de Estados independientes a fin de instaurar una corriente neutral y de no alineamiento con la política internacional de las grandes potencias.
Este organismo se adapta a los cambios en el entorno internacional al igual que los principios de no alineados nacidos durante la Guerra Fría; con la finalidad de buscar aliviar la pobreza e impulsar el desarrollo económico y el desarme nuclear a los requerimientos del siglo XXI.
En este sentido, Venezuela recibe la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación del MNOAL, a celebrarse este 20 y 21 de julio en el Hotel Venetur Alba Caracas, bajo el lema “Promoción y Consolidación de la Paz a través del Respeto al Derecho Internacional”.
Es por ello que este viernes 19, ya iniciaron las reuniones preparatorias de Altos Funcionarios del Movimiento, con la participación de los representantes de los países miembros, así como de autoridades del Ejecutivo Nacional, como el Embajador Representante de la República ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, el viceministro para Temas Multilaterales, Félix Plasencia, entre otros.
Cabe destacar que la Patria asume una vez más el compromiso de seguir uniendo voluntades para consolidar un mundo pluripolar, multicéntrico y con respeto a la autodeterminación de los pueblos para fomentar la paz y solidaridad internacional.
De igual forma, esta cita demuestra que Venezuela no está aislada a pesar del cerco imperialista que le han querido imponer desde otras latitudes.
A su vez, reconoce los esfuerzos realizados por el Gobierno Bolivariano para promover un amplio diálogo nacional, con miras a encontrar soluciones a los desafíos comunes del país y a continuar su camino hacia el desarrollo y el bienestar de su pueblo.
Origen del Mnoal
Su origen data de la Conferencia de Bandung, celebrada en Indonesia en 1955, donde se reunieron jefes de Estado de diferentes naciones, en aras de identificar y evaluar los problemas mundiales de ese momento durante la Guerra Fría y desarrollar políticas conjuntas preservación de la paz y las relaciones internacionales.
Luego de seis años de este encuentro, sobre una base geográfica más amplia, se estableció el Movimiento de Países No Alineados, en la I Cumbre de Belgrado, celebrada en septiembre en 1961.
Dicho escenario fue impulsado por los gobiernos de Ghana, Egipto, Yugoslavia, Indonesia y la India; pretendiendo en ese momento ir a contracorriente de las dos potencias mundiales de la Guerra Fría, es decir, Estado Unidos y la extinta Unión soviética.
En el MNOAL, todas las decisiones son adoptadas por consenso, mecanismo destinado a fortalecer la solidaridad y unidad del Movimiento.
La organización también funciona a partir de un estilo de administración que pretende ser único, no jerárquico, rotativo y participativo, permitiendo a todos los Estados miembros, sin ningún tipo de diferenciación o discriminación, participar en la toma de decisiones globales y la política mundial.
En septiembre de 2016, el pueblo de Venezuela acepta la presidencia del Movimiento por parte de Irán, durante la XVII Cumbre que se llevó a cabo en la Isla de Margarita entre los días 13 y 18 de septiembre de ese año, bajo la premisa de promover y defender la paz mundial.
Luego de tres años asumiendo la presidencia, el país impulsó y elevó los principios consagrados en la Conferencia de Bandung, recordando que para un mundo más justo e igualitario, es necesario defender la paz, la autodeterminación de los pueblos y alzar las banderas del multilateralismo como lo establece la Carta de las Naciones Unidas.
Hasta la fecha, este es el segundo bloque internacional más importante a escala mundial, después de la Organización de Naciones Unidas (ONU), siendo una valiosa característica que le permite a los Estados miembros, direccionar los acuerdos en cuanto a lo político, económico y social en favor de los intereses de las regiones emergentes.