(MPPPST – 21 de junio de 2025) –Hoy honramos la memoria de Fabricio Ojeda, un nombre que resplandece con luz propia en el firmamento patrio. A 58 años de su partida a la inmortalidad, ocurrida el 21 de junio de 1966, recordamos al periodista, al estratega de la libertad, al combatiente que encarnó la voz de un pueblo silenciado. Ojeda no fue solo un hombre, fue un torrente de ideas y acciones que aún nutre la conciencia de una Venezuela que se yergue soberana.
Su liderazgo, forjado en la fragua de la opresión, lo llevó a presidir la histórica Junta Patriótica que gestó el fin de la dictadura. Sin embargo, su visión trascendía la mera restitución democrática; él soñaba con una nación donde la justicia social no fuera un ideal, sino una realidad palpable para cada hombre y mujer que labra su futuro. Esa profunda convicción lo impulsó a tomar el camino de la lucha armada, una decisión que selló su destino pero inmortalizó su coherencia y su inquebrantable fe en el poder transformador del pueblo.
La vida de Fabricio Ojeda es un espejo en el que se reflejan los cimientos de la Revolución Bolivariana. Sus ideales de equidad, su profundo amor por los desposeídos y su firme postura ante cualquier forma de opresión, son pilares fundamentales de nuestra senda actual. Cada conquista social, cada derecho laboral garantizado, es un eco de su sacrificio y un tributo a su visión. El legado de Ojeda nos impulsa a seguir edificando una sociedad donde el trabajo sea la fuente de la dignidad y la prosperidad compartida.
Que el recuerdo de Fabricio Ojeda sea un faro que ilumine nuestro camino, inspirando a cada trabajador y trabajadora a ser custodio de nuestra soberanía y artífice de un futuro más justo. Su espíritu libertario pervive en el alma de nuestra patria, recordándonos que la verdadera emancipación se construye con valentía, conciencia y una lealtad inquebrantable a los más altos principios de la humanidad. Su gesta, lejos de ser un capítulo cerrado, es una invitación constante a la acción revolucionaria.