(MPPPST – 29 de junio de 2025) – Cada 29 de junio, la historia de Venezuela se ilumina para recordar un acontecimiento de profunda significancia: la entrada triunfal de Simón Bolívar a Caracas en 1821. Esta efeméride no es solo una fecha en el calendario; es un recordatorio vibrante del espíritu indomable de un pueblo y el liderazgo visionario que selló nuestra independencia, marcando el fin de una era y el inicio de la República.
Aquel 29 de junio, cada calle, cada ventana, cada corazón caraqueño, latía al unísono, aclamando al hombre que, con visión, coraje y un espíritu indomable, había forjado el camino hacia la autodeterminación. Este día quedó grabado para siempre en los registros históricos como el momento en que Caracas, cuna de la libertad, recibió a su hijo más ilustre. La gesta que celebramos fue la materialización del sueño de una república soberana, tejida con el sacrificio de incontables patriotas y el liderazgo inquebrantable de Bolívar. Su regreso a la capital simbolizó que la opresión había sido derrocada y que un nuevo amanecer, pleno de esperanza, había llegado para Venezuela.
El aire de aquel entonces se llenó de vítores y aplausos mientras el Libertador recorría las calles, rodeado de su valiente ejército. Los rostros de los ciudadanos reflejaban una mezcla de alegría, orgullo y gratitud hacia aquellos que, con su sangre y sudor, hicieron posible ese día glorioso. El eco de la victoria resonó en cada esquina, recordando al mundo la determinación de un pueblo que se negó a seguir sometido y que, bajo la guía de Bolívar, alzó la voz y las armas para reclamar su destino.
Que esta fecha sirva de eterna inspiración para las generaciones actuales y futuras. Que el legado de Simón Bolívar y el sacrificio de nuestros héroes nos recuerden siempre el valor incalculable de la libertad y la importancia de defender nuestra soberanía con la misma pasión y firmeza con la que fue conquistada. Honremos su memoria manteniendo viva la llama de la libertad.