ESPECIAL | Magnicidio frustrado: Otro intento para derrocar a la Revolución

El 4 de agosto de 2018 se dio un evento en Venezuela que hubiera generado un antes y después en el devenir de la nación, y este fue el atentado que se le intentó hacer al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Lo importante es que no llegó a concretarse y se evitó una guerra civil.

Este acto fue llamado por diversos medios de comunicación como el atentado contra Nicolás Maduro, aunque fue denominado por los organismos de seguridad como Operación Yunque-Martillo y llamado por los opositores radicales como Operación Fénix.

El mismo tuvo lugar en medio del acto por la conmemoración de los 81 años de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Ese día se produjeron al menos dos explosiones, mientras el Mandatario nacional daba un discurso en la Avenida Bolívar de Caracas.

Los hechos

El discurso se transmitía conjuntamente en radio y televisión, en frente de un desfile militar compuesto por efectivos de la GNB y en compañía de autoridades como la Primera Combatiente, Cilia Flores, el Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, el Alto Mando militar y altas autoridades de los Poderes Públicos nacional.

De repente, las palabras del Jefe de Estado se vieron interrumpidas por la explosión de un dron, que sobrevoló a escasos metros de distancia de la tarima presidencial. Tras unos instantes de aparente desconcierto, la seguridad presidencial escudó al Mandatario con chalecos de kevlar.

Al menos siete cadetes de la GNB fueron heridos, mientras que el Presidente, al igual que el resto de las autoridades del gabinete salieron ilesos.

Ese mismo día, horas más tarde, el ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Jorge Rodríguez, aseveró a la opinión pública venezolana que la explosión se debió a la detonación de varios «drones» (UAV civil de multirotor), cargados con explosivos C-4.

En declaraciones ofrecidas desde el Palacio de Miraflores, Rodríguez aseguró que las explosiones habían sido un intento de asesinato contra el presidente y que éste se encontraba ileso, al igual que el resto de las personas que en ese momento lo acompañaban.

Al anochecer, el presidente Nicolás Maduro se dirigió al país. En sus declaraciones mencionó que parte de los presuntos autores del ataque habían sido capturados, sin especificar cuántos ni quiénes.

El Mandatario anunció que los responsables del ataque son personas que viven en Estados Unidos e instó al presidente Donald Trump a abrir una investigación al respecto.

Acusó al gobierno del expresidente colombiano, Juan Manuel Santos, de ser el instigador del atentado y mencionó que la ultraderecha venezolana y la de Colombia estaban detrás del ataque.

El 5 de agosto, el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, informó la detención de seis terroristas implicados en el ataque. Precisó que había sido recabada «importante evidencia de interés criminalístico”, que incluían grabaciones de vídeo.

El día 7 de agosto, en una cadena de radio y televisión, el Presidente venezolano presentó pruebas del magnicidio frustrado en su contra, donde aseguró además que los terroristas revelaron que los diputados Julio Borges y Juan Requesens participaron en la planificación del hecho, así mismo informó que solicitaría orden de extradición a los prófugos en Colombia y Estados Unidos.

Igualmente señaló que los dos grupos que participaron en el atentado fueron entrenados entre los meses de abril y junio en una finca en la población de Chinácota, en el norte de Santander (Colombia).

Respecto a este hecho, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, informó que 19 personas estaban vinculadas de forma directa con el atentado contra el presidente Maduro, y pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que emitiera una sentencia para dar por el enjuiciamiento de los diputados implicados.

En declaraciones posteriores, e ministro Jorge Rodríguez, aseguró que uno de los drones fue detonado desde Estados Unidos, expuso pruebas que mostraron el vuelo del drone en territorio colombiano, así como un mapa donde estaba la ruta trazada que siguió el aparato hasta llegar a la tarima presidencial.

Por otra parte, informó que solicitaron código rojo ante la Interpol para capturar a Julio Borges. También mostró un video del diputado a la Asamblea Nacional, Juan Requesens, en el que aseguraba que había colaborado con el ingreso de los autores del supuesto atentado.

“Desde hace varias semanas fui contactado por Julio Borges, quien me pidió el favor de pasar a una persona de Venezuela a Colombia. Se trata de Juan Monasterios, me contacté con él a través de la mensajería. Yo estaba en San Cristóbal”, explicaba al principio del video.

A confesión de parte…

El presentador peruano Jaime Bayly reveló en el programa de televisión que tiene en Estados Unidos, que ya sabía del atentado y que apoyó esta iniciativa.

“Me enteré del plan durante la semana. Mis fuentes, que generalmente son confiables, me llamaron, me conminaron a una reunión. Yo no quería ir porque soy perezoso, pero fui y los escuché. Me dijeron: ‘El sábado vamos a matar a Maduro con drones, hemos probado los drones en Caracas, funcionan’. Y yo les dije: ‘Hágale, vamos para adelante’”, dijo Bayly en su programa.

Asimismo, siete meses después, el canal de televisión estadounidense, en su versión en español (CNN), confirmó que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela fue víctima de un atentado terrorista, el pasado 4 de agosto del 2018 en la avenida Bolívar de Caracas.

El canciller de la República, Jorge Arreaza, a través de su cuenta personal en la red social Twitter, difundió el trabajo del medio.

En dicha transmisión, se aprecian declaraciones de una persona quien asume su participación en el magnicidio frustrado. Además, confirma haber organizado el atentado en una hacienda de Colombia y también mencionó haberse reunido con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, luego del ataque.

También cuenta cómo el magnicidio fue frustrado por los detectores de señal telefónica del equipo de seguridad del Presidente, y que por ello el plan había fallado.

Detenciones

Por este hecho, las autoridades han detenido 14 personas, al tiempo que informaron la existencia de una larga lista de implicados.

La mayoría de los países se pronunciaron contra el atentado y lo calificaron como un acto hostil en contra de la paz de la República Bolivariana de Venezuela.

Solo basta ver hasta qué punto llegará la oposición para continuar con su política de agresión e intimidación que nos pueden llevar a una guerra civil, algo no deseado por la mayoría del pueblo venezolano.

Cuando ha pasado un año del atentado fallido contra el Presidente de Venezuela, el país sigue siendo blanco de agresiones, amenazas y sanciones, en un constante intento por desestabilizar la gestión de Gobierno de Nicolás Maduro y en consecuencia sacarlo del poder.

Prensa Digital MippCI

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