Chávez, artesano de la conciencia

Por: Marbelys Mavárez Laguna

… Cuando el ser humano tiene conciencia sobre la realidad, ostenta conocimiento sobre los asuntos que le atañen. Significa que al poseer conciencia sobre la realidad histórica y social, al sujeto histórico solo le falta aprehender las herramientas para abordar tal realidad, para hacerla suya y por lo tanto para coadyuvar con los procesos de transformación necesarios. De tal forma que poco a poco Chávez se fue proyectando como un labrador de la conciencia.

En ese impulso de la conciencia, Chávez empezó a resignificar una serie de categorías que otrora lucían anquilosadas en un pasado que muy poco tributaba al presente. Fue entonces cuando Chávez empezó a hablar de pueblo, como categoría necesaria que representaba a las grandes mayorías del país, a los pobres, a los excluidos históricos…. Y lo volvió su pueblo, su amigo, su aliado. Porque los pobres empezaron a comprender que en Chávez tenían a alguien que a su vez los entendía, un verdadero interlocutor. Eso se denomina empatía. De tal manera que su empatía, hicieron compatible el dúo Chávez–pueblo.

Un comunicador nato

En aquellos 68 segundos que duró la intervención del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, a través de los medios de difusión masivos con el fin de solicitar a los rebeldes que lo acompañaron el 4 de Febrero de 1992 que depusieran las armas, debido a que los objetivos trazados por el Movimiento Bolivariano 200 eran imposibles de lograr, Chávez se expuso como un verdadero comunicador. Fue preciso pero tajante, vehemente, seguro… Lo más importante: alguien se hacía responsable de sus actos. Esto causó un efecto de aceptación inmediata, de esperanza, expectativas, mucho optimismo en la llamada opinión pública, pues no hay duda de que su discurso contó con una particular “estructuración”. Ese discurso, producto de una necesidad histórica, se volcó hacia el pueblo… Y el pueblo se volcó hacia Chávez, hombre en quien depositó su confianza por más de 20 años.

Por lo tanto, no tiene nada de extraño, ajeno, lejano, inverosímil, que Hugo Chávez Frías haya recibido el calificativo de comunicador. Un comunicador nato. Sin estudiar ese complejo proceso, hizo de la comunicación un ejercicio casi cotidiano en la cual las dimensiones históricas, las emociones, las representaciones, lo simbólico, la narrativa, la diversidad, la interculturalidad, lo singular, lo local, tomó cuerpo.

Vale recordar además sus dotes naturales en materia de publicidad. Chávez fue capaz de desmontar las teorías que de forma taxativa, inapelable, definitiva decían lo inviable que es posicionar un mensaje a partir de una expresión negativa. Chávez demostró que más allá del mensaje incide muchísimo quien lo emite y la relación existente entre éste y su interlocutor, amén del compromiso entre esos actores para lograr determinados fines.

Su Herencia

La herencia que nos dejó el Presidente Hugo Chávez Frías fue, sin lugar a dudas, esencial.  En este sentido, quiero rescatar lo siguiente: el Presidente Chávez partió del reconocimiento de la  existencia de verdaderos  problemas presentes en la estructura social: de la pobreza, corrupción, miseria, la gran deuda pública, del endeudamiento del país con los organismos financieros internacionales, tales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la exclusión, la invisibilización, la existencia de los grandes poderes fácticos (económicos-financieros y políticos, en especial) para dar con la esencia de esos fenómenos… Asimismo, no menos importante, el Presidente facilitó los mecanismos para el reencuentro con la subjetividad. También posibilitó que el pueblo asumiera su condición de sujeto, dio al traste con la cosificación de la que fue objeto el sujeto social. Promovió una forma de actuar beligerante, cuestionadora. Así, la voz del pueblo se escuchó, al tiempo que paulatinamente se hacía corresponsable de los asuntos que le atañían y le atañen.

Artesano de la conciencia

Decía Ludovico Silva, escritor, ensayista, filósofo y poeta venezolano, considerado como uno de los más importantes intelectuales del siglo XX y de los principales pensadores marxistas de Venezuela –quien, aunque respetado por miembros del sector “intelectual” del país, fue deliberadamente silenciado por otros sectores de la llamada Universidad tradicional-, que no es posible lograr un proceso de transformación real, aun cuando se transformen las condiciones materiales de los seres humanos, si no existe un proceso de transformación, en primera instancia, de la conciencia.

Fue justamente en estos complejos procesos donde los sujetos sociales nos incorporamos de la mano del Presidente Chávez, quien promovió la comprensión del significado de la categoría Imperio, de sus alcances y consecuencias. También navegó en la teoría marxista. Reivindicó conceptos tales como “dueños de los medios de producción, la plusvalía, la explotación”. Alimentó una nueva forma de relaciones internacionales. Rompió con la manera tradicional de vincularse con organismos internacionales (BM,  FMI, BID) para dar paso tanto en el verbo como en la acción a nuevos procesos de integración, tales como la ALBA, UNASUR, CELAC, que a su vez  estaban alimentados de la dimensión política, social, amén de la económica.

Dio la espalda a lo que lució por mucho tiempo como necesario, como ley natural. Así, como Ley natural los países acudían al endeudamiento con los organismos financieros internacionales para paliar sus déficits fiscales. También se apelaba a medidas de privatización de las empresas del Estado. Pero el Comandante Chávez empezó a cuestionar lo que era evidentemente cuestionable. Gracias, Chávez, ¡por tanto!

El MPPPST informa a las entidades inscritas ante el Registro Nacional de Entidades de Trabajo (RNET), que la plataforma estará habilitada para realizar la declaración del primer trimestre del 2024.

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