Inces La Azulita busca impulsar producción de alimentos a través de la formación
Prensa Inces. En el marco del objetivo propuesto por el Gobierno nacional para impulsar la productividad agroalimentaria y ante la necesidad de diversificar la economía y elevar la capacidad productiva en el Centro de Formación Agrícola “La Azulita” (CFSA) del estado Mérida, se adelanta el rescate de maquinaria y equipos, así como la puesta en funcionamiento de una moledora de maíz y trigo.
Para esta tarea, la gerencia regional del Inces asignó a la Coordinación de Encadenamiento Productivo y Agroalimentario, a cargo de Gladys Rodríguez, quien con un equipo de hombres y mujeres realizan un diagnóstico integral del Centro de Formación Agrícola.
En este sentido, se desarrolló una primera fase de inspección de maquinaria y equipos inoperativos que se encuentran en el Inces desde hace varios años. Con el apoyo del tecnólogo Hugo Astorga se levantó el inventario y las características de los aparatos que datan de comienzos del siglo XX para su recuperación y puesta en funcionamiento.
“La maquinaria que se encuentra en La Azulita es un museo que recomiendo recuperar, mantener su originalidad e iniciar la productividad”, sostuvo el tecnólogo, al mismo tiempo que sugirió la urgencia de incrementar la siembra de maíz, café, caña y cacao en los espacios del centro de formación.
De igual manera explicó que actualmente están en recuperación los dos primeros molinos de los años 50 que se adaptarann para la molienda de café, maíz, trigo, cacao, entre otros rubros, con el objetivo de combatir la guerra económica e impulsar la productividad del motor agroalimentación.
Por su parte, el gerente del Inces, Luis Lira manifestó la importancia de iniciar lo antes posible la recuperación integral de La Azulita, “contamos con una torrefactora, un trapiche de caña y otros equipos que con el apoyo del tecnólogo Astorga se pudieran poner en funcionamiento en un corto y mediano plazo”, dijo.
El CFSA La Azulita es uno de los 172 centros de formación social con que cuenta el Inces en varias partes del país, “con una dinámica de punto y círculo de conexión para dar la formación técnica profesional en espacios productivos con las comunidades organizadas”, puntualizó Lira.