Opinión:Unidad Nacional
La reciente decisión de un juez del distrito de Delaware en los EEUU para iniciar la preparación de la venta de las acciones de la empresa PDV Holding, propietaria de CITGO, representa un fraude judicial para apropiarse de esta empresa que es de todos los venezolanos. Ella es evidencia que en sus horas agónicas, la administración de Donald Trump ratifica el ejercicio criminal del poder de la élite supremacista que representa, como forma de relacionarse con el mundo. Frente a esta decisión fraudulenta reafirmamos la necesidad de la unidad nacional para defender todos los activos del pueblo venezolano que están en el exterior, sometidos a operaciones para el despojo, facilitadas por una fracción política delincuencial y entreguista, dirigida por Juan Guaidó y un grupo de prófugos de la justicia que usurpan la representación de Venezuela.
La unión nacional a la que nos convoca el presidente Nicolás Maduro, es un requisito indispensable para avanzar en el nuevo ciclo político en el que entró la Revolución Bolivariana a partir del 5 de enero de este año. Primero, porque pareciera que la agresión del imperialismo con sus aliados no va a cesar –aunque pudiera asumir formas distintas a las de la era trumpista- y luego, porque está planteado agrupar todas las fuerzas, todas las energías de la sociedad venezolana, para acometer los desafíos de la recuperación económica productiva del país, del mayor fortalecimiento de nuestra democracia bolivariana, de la recuperación de los servicios públicos, de la garantía de la paz y la estabilidad política, del vivir bien del pueblo y, por supuesto, de la defensa de nuestros intereses en el campo internacional, como el ya señalado de CITGO y le defensa del nuestra Guayana Esequiba.
A diferencia de la violencia simbólica y material del imperialismo, el presidente Nicolás Maduro ha convocado a todos los sectores al diálogo –diálogo político y diálogo social, método de la revolución desde que el Comandante Chávez llegó al poder en 1999-, para la paz, para la democracia, para la reconciliación y para la unidad. Esta tarea se encomendó principalmente a la Nueva Asamblea Nacional, que designó una comisión especial de su seno para tal fin y ya comenzó a trabajar. Seguimos venciendo.